Qué es el Modelo Territorial?
Qué es el Modelo Territorial?
Dr. Isaías Chang Urriola
La puesta en marcha del ordenamiento
territorial en la ciudad de Panamá, resulta ser un desafío. La ausencia durante muchos años de
instrumentos y de sistemas de planificación funcionales, han generado el
complejo escenario actual. En cierta medida, un conjunto de normas
desactualizadas ha llenado este vacío, los resultados en la ciudad capital son
evidentes. Sumado a lo anterior tenemos, un crecimiento urbano limitado por
restricciones naturales e históricas.
El complejo escenario actual, debe atenderse con metodologías que
abarquen esa complejidad, susceptibles a ser modelizadas. Que transformen la complejidad en propuestas
de normativas modernas para regular el uso del territorio y propiciar así, su
desarrollo armónico. No es fácil, llenar ese vacío de varias décadas en el que
se ha dejado de planificar el crecimiento urbano a nivel local. Más aún cuando
los ciudadanos resienten de forma cotidiana los problemas acumulados y
derivados de la ausencia de acciones proactivas ante las demandas del
desarrollo. Frente a esos retos, los ciudadanos esperan soluciones inmediatas a
situaciones que son la consecuencia de la ausencia institucionalizada de
previsión del futuro.
La ejecución del ejercicio como Autoridad
Urbanística Local en la Municipalidad de Panamá, inicia con la formulación del
Plan Parcial de Ordenamiento Territorial del Corregimiento de San
Francisco. El Plan Parcial de
Ordenamiento Territorial de San Francisco, responde a las aspiraciones de los
ciudadanos que demandan la atención a los problemas del incontrolado
crecimiento urbano. De ésta forma el Plan sugiere la construcción de un
conjunto de fases. Con una participación
efectiva de los actores locales. Esto
cambia la manera de hacer planificación, puesto que no es impositiva y no se
construye el instrumento en un laboratorio bajo condiciones ideales que nunca
suceden en el mundo real. Una de éstas
fases, es el Modelo Territorial (MT).
Antes de explicar lo que es el MT,
merece la pena precisar los dos conceptos que lo conforman. El primero Modelo, que debe comprenderse como la representación simplificada
de la realidad. En nuestro caso es el esfuerzo técnico, participativo y
creativo para lograr la simplificación de la propuesta de intervención en la
complejidad territorial. El modelo, debe
ser simple, pero no trivial. El segundo
concepto es lo territorial, que hace
referencia a un sistema de capas que lo conforman. Es decir, lo territorial implica, el suelo,
los espacios públicos, las infraestructuras y todas las actividades de los
agentes económicos, que se manifiestan en un espacio predominantemente urbano,
en el caso de San Francisco.
Definidos de manera operacional los conceptos,
modelo y territorial, podemos aproximarnos dilucidar lo que es el MT.
Para lo que se debe tener presente que el mismo se basa en una fase
previa de contenido estratégico y que tiene como elementos constitutivos los
siguientes: el prediagnóstico, los
escenarios y la estrategia territorial.
Se basa en el diagnóstico final, en la capacidad de carga y en la visión
de futuro que los ciudadanos tienen del territorio. Estos le dan la orientación
al modelo territorial. Esta orientación
se nutre de un proceso participativo sistemático, pero a la vez dirigido por el
conocimiento técnico-científico.
Lo estratégico implica la construcción de una
imagen del territorio, que luego es plasmada en una representación simplificada
que denominamos MT. Esta
modelización del territorio es la forma como se ha construido de manera
consensuada el uso y ocupación del territorio, visto en un horizonte de mediano
y largo plazo. Por tal razón el MT, no
es un resultado inmediato. La planificación en general y la territorial en
particular no está diseñada para la inmediatez. Es decir, no responderá al hoy
sino al mañana. No pronostica el pasado,
se concentra en construir ahora el futuro posible. Incorpora los proyectos
estratégicos, que construyen progresivamente el MT por su impacto determinante en áreas, flujos, economía
urbana-regional, formas, diseños, tipologías, aglomeración y conectividad. Le dan forma gradual en su escala al modelo
consensuado. Integra los usos de suelo a
un nivel muy general, y no entra a visualizar las manzanas o lotes en cuanto a
calificación del suelo. Responde así a
su naturaleza de modelo, donde se simplifica el proyecto de futuro del
territorio. El modelo territorial no es detallado en lo concerniente a las
entidades geoespaciales que representa, pero no pueda caer en una
simplificación insustancial, que descarte toda posibilidad de comprensión de
áreas, líneas y polígonos.
El Modelo Territorial consensuado, es el primer
nivel de clasificación del suelo, así como del ambiente urbano al que se
aspira. Muy a grosso modo, identifica
los usos en grandes zonas. Se conecta
con su entorno regional, para contextualizar su función, emplazamiento y
conectividad con otras unidades regionales. No debe ser construido como un
universo isla, sino como parte de una red de nodos urbanos que interactúan y
crean valor a través de sus agentes económicos.
El MT
se escapa de la abstracción en la medida que se le vincula con dos
pilares. El primero, los proyectos que son el corazón del
desarrollo y que toda administración tendrá que concitar en el espacio
quinquenal de su ejercicio. Mientras que
el segundo, lo constituyen las normas urbanísticas que regulan el
aprovechamiento, uso y disfrute del suelo.
Desde luego, complementado con una obligante disciplina urbanística que no es otra cosa que aplicar las normas.
En adición, propician la consolidación del modelo, las políticas y los
instrumentos de gestión urbana.
Si lo vemos desde la perspectiva de la
sostenibilidad ambiental el modelo territorial incorporando éste componente,
facilitará la viabilidad de los proyectos estratégicos, el uso del suelo y
reduce la fricción en su aceptación social.
En el plano social, siendo el modelo territorial la visión compartida de
los actores locales de los diversos sectores se deduce que se ha logrado un
consenso en lo concerniente a metas, objetivo y fines. Desde lo que dicta el componente económico,
debemos comprender que el territorio es un depósito de energías, que deben
emplearse racionalmente para generar riqueza.
Es un organismo vivo, que no puede detener su metabolismo, so pena de
atentar contra su propia existencia.
El territorio y su planificación no es una
símil ni metáforas. Es ante todo real, con sus desafíos,
asimetrías socioterritoriales, fortalezas y debilidades. Simplificarlo a través de un Modelo
Territorial es una forma positiva de construir desde ahora el futuro al que
aspiramos. Es el primer consenso al que se llega en el proceso de
construcción del Plan Parcial de Ordenamiento Territorial, del cual se
derivarán a más detalle las normas urbanísticas y en suma el propio Plan. Y, en
el que decidimos desde lo local, la
forma como se organizará el espacio vital para la realización de las
actividades económicas, sociales y de generación de calidad de vida.
Desde luego el Plan Parcial de Ordenamiento Territorial no se construyó siguiendo métodos tradicionales. Se ajustó a lo que dicta la norma y se puso en práctica un proceso de participación constructiva. Es decir, evolucionamos en la forma de hacer un plan desde lo local.
ResponderEliminar