Reflexiones sobre el futbol
Reflexiones sobre el futbol
Dr. Isaías Chang Urriola
16 de octubre de 2013
En ningún sitio aprendí tanto de mí y de los demás como en una cancha
Jorge Valdano
He tenido la
buena suerte de haber visto jugar en el antiguo estadio Revolución a: Pelé,
Tostao, Mazurkiewicz, Julio Dely Valdés, Jorge Dely Valdés, Mendieta, Rommel y
muchos más. En el año 1971, mi padre me llevó al partido
entre el mundialmente conocido Santos de Brasil y su rutilante estrella Edson
Arantes do Nascimento “Pelé” y el Marte de El Salvador. Tenía 11 años, y
recuerdo bien los colores de las camisetas de ambos equipos, sin lugar a dudas
el uniforme del Santos, totalmente blanco lo tengo en la memoria muy bien
custodiado. Vi a Pelé, recibir un pase
y dominar el balón con el pecho, de manera tan perfecta, que parecía que la
pelota se había quedado pegada a su cuerpo.
Con mi padre, en otra ocasión, vi jugar al Cruzeiro de Brasil, con otra
de las estrellas del momento, el genial
“Tostao”, quien conducía el balón con tanta habilidad que daba la impresión
que la pelota estaba atada a sus zapatos.
Mis experiencias visuales, alcanzaron, a observar al Peñarol de Uruguay,
y a su espectacular arquero Ladislao Mazurkiewicz. En uno de sus lances, se acostó en el aire,
dibujando una línea perfectamente paralela al larguero y sacando por encima de
éste un disparo impresionante.
En la década del
1970, asistí a varios partidos de las eliminatorias para los mundiales
respectivos. Los partidos se jugaban al
mediodía, la tesis era que a los ticos y salvadoreños les afectaba el sol y el
calor de Panamá. En el estadio, para
esos partidos no sumábamos más de 500 personas.
Los resultados los conocemos todos. Igual hice en la década del 80´
y del 90.
En Argentina,
en el año 1978, mi paso obligado, ha sido el estadio la Bombonera, el viejo
feudo del Boca Junior, antes de ser remozado, con su foso alrededor de la
cancha, emulando los castillos medievales.
Boca, se enfrentó al Colón de Santa Fé.
Recuerdo una vistosa chilena de un jugador del Colón de Santa Fé, casi
gol. Pero era muy llamativo ver lo que
ocurría fuera de la cancha, en las gradas, la gente de Boca nunca paró de
saltar y corear, antes, durante y después del partido. El juego se daba en dos escenarios, en la
cancha y en las gradas.
El 2004,
estando de viaje en Costa Rica, mi hijo y yo, vimos el partido entre el
Alajuelense y el San Ramón, los ticos demostrando gran maestría con el balón,
parecen ser los argentinos de Centroamérica.
En Oviedo,
Asturias, España, en el año 1997, el
Real Oviedo contrata a Julio César Dely Valdés y esto, coincide con mi
permanencia en ese país. Le veo jugar en
dos partidos. El primero, frente al
Mérida y el segundo ante el Mallorca.
Junto al argentino Pompei, el ucraniano Onopko de gran clase y
elegancia, Julio lideró el ataque del
equipo carbayón.
Ahora con mis
hijos y nieta, he regresado al Rommel, para asistir al partido de la selección
campeona del mundo, España y nuestra selección y al partido del hexagonal del
2013, con México.
Como hijo,
como padre y como abuelo, he visto la evolución del futbol de
nuestro país, he visto futbol más allá de nuestras fronteras y creo tener
claras referencias de este proceso, en algunos de sus tramos importantes.
Es cierto que
la historia cuenta, que los recursos son importantes, que las infraestructuras
son necesarias, pero, ¿Las han tenido en su momento, Trinidad y Tobago, Jamaica o Haití?. Todas han estado presentes en mundiales.
No es
consolador decir que hemos avanzado, pero es una realidad, no es consolador
decir que estuvimos cerca del repechaje, pero es una realidad, no es consolador
decir que ha sido nuestra mejor presentación, pero es y será una realidad inmutable, hasta que otros la superen.
Pero el
pasado, ya se escribió, sin embargo me preocupa si, el presente y el futuro, el
relevo, los nuevos jugadores, piezas de recambio, la generación actual que no
estará apta cronológicamente para otras citas.
Ese es el reto y tema de análisis, y desde luego las razones de nuestras
derrotas repetitivas en los tramos finales de los partidos.
Hoy, es el
momento para el aprendizaje. Lo que ocurrió el 15 de octubre en tiempo de
reposición, no lo podemos cambiar. El 15 de octubre, está escrito, con desolación. La noche del 15 de octubre nos debe enseñar
que, las
cosas son lo que son y que nada se logra, hasta que se termina. Que el esfuerzo y la concentración en lo que
hacemos no puede ser intermitente. Que la mente ordena al cuerpo y el
cuerpo responde si su estado es óptimo. Y tal como plantea Menotti, se
puede dejar de correr, o dejar de entrar en juego durante largos minutos; lo
único que no se puede dejar de hacer es de pensar. Todo es cuestión más
de actitud
que de aptitud. Que
la competencia, al final es contra nosotros mismos, con el objetivo de
encontrarnos y ser mejores, cada vez más. Se trabaja en equipo, cuando lo sabemos
hacer bien de forma individual y para esto tenemos que ganar primero, la
competencia que se origina en nuestro ser.
Acabamos de
escribir nuestro pasado reciente...siguiendo a Ángel Cappa, entrenador Argentino,
podemos reiniciar nuestro presente diciendo;
“El futuro del fútbol está en el pasado”.
Cinco años después clasificamos al mundial de Rusia 2018. Muchas veces la perseverancia es la madre de la victorias.
ResponderEliminarDebo agregar que en el año 2018, visité el Santiago Bernabeu, jugó el Madrid con la Real Sociedad. Cristiano Ronaldo, venía de una sequía de goles. Esa noche anotó tres.
ResponderEliminarEl 25 de noviembre fallece Maradona. Para comprender lo que significa el futbol para los Argentinos hay que ir a un partido.La barra brava del Boca ella sola hace temblar la Bombonera.El hombre con sus virtudes y errores. La muerte de Maradona hizo ver un pais con el 10 en la espalda.
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